es en
El hallazgo del pasado
Alfonso el Sabio y la Estoria de España

Módulo 4

¿Historia o literatura? Realidad y ficción en la Estoria de España

¿Qué sabes (o imaginas) en torno a…


…cómo se concebía la historia en la Edad Media?
…qué prodigios y maravillas aparecen en la Estoria de España?
…cómo imaginó Alfonso el origen de nuestro país?

Contenidos


La historia en la Edad Media


Durante la Edad Media, la frontera entre la historia y la literatura, entre la realidad y la ficción, era mucho más difusa de lo que lo es hoy. En la actualidad (y aproximadamente desde el Renacimiento de los siglos XV y XVI) el relato histórico se concibe como la ordenación sucesiva de los acontecimientos ocurridos en un pasado más o menos lejano, presentados de manera objetiva y contrastable.

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Retrato de Galileo Galilei (1564-1642), considerado el padre del método científico.
Este modo de concebir la historia es heredero del método científico, que, procedente de las ciencias exactas, se ha impuesto en Occidente desde el principio de la Edad Moderna a la hora de explicar también las realidades humanas.

Representación de Dios como Gran Arquitecto del Universo, según la Biblia de san Luis, un hermosísimo manuscrito iluminado que regaló el rey de Francia a Alfonso X, y que hoy se conserva en la catedral de Toledo.
Sin embargo, para el hombre medieval el margen de «lo posible» era mucho más amplio de lo que ha acabado siéndolo después: la maravilla, el milagro, el portento entran dentro de lo que puede ocurrir o haber ocurrido en el pasado. Y ello porque, para una mentalidad teocéntrica como es la suya, la omnipotencia de Dios tiene más fuerza que las leyes de la naturaleza: Dios, creador del mundo, puede modificar a su antojo, en un momento dado, el normal funcionamiento de las cosas. Esta cosmovisión permite la entrada, en el relato de lo sucedido en el pasado, de contenidos procedentes de la mitología, la épica o la leyenda, donde lo sobrenatural se presenta como cierto, a pesar de su inverosimilitud. Este modo de entender la historia les ha valido a los cronistas medievales con frecuencia el menosprecio de los historiadores modernos (ya desde el Renacimiento), por considerarles crédulos, ingenuos o falsarios al incorporar en sus crónicas todo ese material legendario.


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Iluminación de un manuscrito de Giraldus en que se representa a una mujer barbuda que el historiador dijo haber encontrado en sus viajes por Irlanda, sobre la que afirmó que formaba parte de la corte de Duvenaldus, rey de Limerick, y que provocaba la risa y el asombro de quienes la veían.
Ya en el siglo XII, un famoso historiador galés llamado Giraldus Cambrensis (Gerardo de Gales), tuvo que defenderse con estas palabras de las críticas de algunos de sus contemporáneos por la inclusión en sus obras de milagros y maravillas:


No hay que sorprenderse de que sucesos maravillosos puedan descubrirse, recogerse y escribirse sobre las obras de Aquel que hizo todas las cosas como quiso; para Él nada es imposible; dado que es el Señor de la naturaleza, la cambia a su voluntad y, por decirlo así, crea la naturaleza de la no-naturaleza. Además, ¿cómo puede afirmarse que algo ocurre contra la primera, verdadera naturaleza que es Dios, cuando se acepta que está culminada con Él como autor? La expresión «contrario a la naturaleza» es por tanto un modo más bien habitual que exacto de describir lo que ocurre, no contra el poder de la naturaleza, sino contra su costumbre.



Sin embargo, este modo de entender la historia nos ha conservado hasta hoy una gran cantidad de extraordinarias narraciones que no solo nos ayudan a entender nuestro pasado cultural, sino que además nos hacen disfrutar todavía hoy de su extraordinaria belleza e interés.


Prodigios y maravillas en la Estoria de España



Los juglares eran artistas ambulantes que ofrecían su espectáculo de recitación, canto, música o baile en cortes y plazas públicas durante la Edad Media. Algunos de ellos, los llamados «juglares épicos», se dedicaban particularmente a interpretar poemas de gesta y otras composiciones narrativas.
A la hora de incluir relatos fantásticos en las crónicas, Alfonso no fue una excepción. De hecho, la Estoria de España destaca por haber dado entrada a mucho más contenido «literario» que toda la historiografía hispánica anterior. En ella se pueden leer, por ejemplo, varias páginas procedentes de una obra escrita en torno al siglo I por el poeta latino Ovidio, llamada las Heroidas, que utiliza fuentes mitológicas y épicas. Asimismo varias prosificaciones de cantares de gesta medievales (como el de Los siete infantes de Lara o el Mio Cid), que en algún caso no se habrían conservado de no haber sido por su incorporación a la Estoria, pues su modo de transmisión era oral. También se prosificó el Poema de Fernán González, obra perteneciente al mester de clerecía que gira en torno a las hazañas heroicas del primer conde independiente de Castilla. Otros episodios de carácter fabuloso proceden de leyendas (extraídas de fuentes orales o escritas) o de relatos hagiográficos.

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Los estoriadores alfonsíes a menudo encontraron dificultades para ensamblar y armonizar unas fuentes y otras, pues en ocasiones eran contradictorias. Para ellos las fuentes más creíbles eran las historias escritas en latín, aunque no dejaron de incluir también, como hemos visto, las noticias que los juglares transmitían en sus cantares de gesta. Un pasaje revelador de estos problemas que tuvieron a la hora de redactar la Estoria es el siguiente.

Mas los escriptos son muchos e cuéntanlo de muchas guisas, porque la verdad de la estoria a las vezes es dubdosa. E por ende el que lee meta mientes cómo de las mejores escripturas tome lo que deve provar e leer.
Pero los escritos son muchos y lo cuentan de muchas maneras, porque a veces la verdad es dudosa. Y por eso, el que lea esté atento a tomar de las mejores fuentes la información que debe demostrar.


La Península imaginada: memoria e invención de orígenes



Iluminación de un códice alfonsí de la Estoria en la que aparece representada el Arca de Noé.
Un buen ejemplo del contenido legendario incluido en la Estoria son sus quince primeros capítulos. La obra comienza con los orígenes de la Creación e incluye detalles tomados del Génesis, con mención de episodios tales como la expulsión del Paraíso, el Diluvio universal o la Torre de Babel, para extenderse después en la distribución de los distintos pueblos sobre la tierra. Desde aquí hasta el comienzo del señorío de los cartagineses (capítulo 16), para el que ya se contaba con fuentes escritas hoy detectables (latinas en su mayoría), los historiadores alfonsíes tuvieron que realizar un extraordinario esfuerzo de reconstrucción de los orígenes míticos de la Península, para lo cual no parecieron contar con una fuente única hoy reconocible. En efecto, está todavía por desvelar del todo la procedencia de una serie de detalles (o incluso de relatos enteros) incluidos en estos primeros capítulos, aunque se considera que probablemente tienen un origen árabe. Entre ellas, destacan la fundación de Sevilla por Hércules y César, la población de la isla de Cádiz por el rey Espán y su hija Liberia, y la espléndida Leyenda del rey Rocas.

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Iluminación de un manuscrito de la Estoria en la que el caballero Tarcus apunta con su arco al rey Rocas y al oso al que andaba persiguiendo, dentro de la cueva que Rocas compartía con su amigo el dragón.
Dragones en la Estoria de España

La Leyenda del rey Rocas narra las peripecias de este monarca, que salió del Edén en busca de la sabiduría para acabar compartiendo cueva ¡con un dragón! en el lugar que tiempo después ocuparía Toledo. Además, no se trata del único dragón de la Estoria: dos más se mencionan durante la historia romana como abatidos por san Silvestre y san Donato respectivamente, y una «serpiente encolerizada que venía por el aire sangrienta y como rabiosa, y daba feroces silbidos […] y echaba grandes fuegos por la boca» se aparece asimismo a los espantados castellanos la noche antes de la batalla de Hacinas, en tiempos del conde Fernán González.

Palabras de otro tiempo



El siguiente cuento se encuentra también en los primeros capítulos de la Estoria de España. Narra la artimaña de la astuta princesa Liberia para conseguir hacer habitable el inhóspito lugar donde su padre, el rey Espán, quería fundar la capital de su reino, la actual Cádiz. Lee o escucha el texto y responde a las preguntas.

La princesa Liberia y la fundación de Cádiz



Sobre cómo se pobló y se amuralló la isla de Cádiz, y cómo se hicieron el puente y los caminos.

El rey Espán tenía una hermosa hija llamada Liberia que sabía mucho de astrología, pues se la había enseñado el mayor sabio que había en España en aquel tiempo; en efecto, la había aprendido de Hércules, y también de Atlas, su astrólogo. Y por esta razón, Espán se puso de acuerdo con ella para poblar Cádiz, que era un lugar muy peligroso por tres motivos: primero, porque no había allí suficiente agua; segundo, por un brazo de mar que tenían que atravesar en barco; y tercero, porque la tierra era tan cenagosa que los hombres no podían llegar allí en invierno, sino con peligro de sus vidas y sus pertenencias. Así que el rey Espán pidió consejo a su hija acerca de cómo poblar aquel lugar. Ella le dijo que le aconsejaría con la condición de que no la obligara a casarse sino con quien ella quisiese. Y él, fiándose de ella y porque consideraba que lo decía por su bien, aceptó.

Espán no tenía ningún otro hijo ni hija que heredase lo suyo, así que venían a pedírsela reyes y hombres nobles extranjeros, por un lado porque era muy hermosa y muy inteligente, y por otro porque heredaría el reino. De modo que hubo muchos que la pretendieron con los que ella no se quiso casar. Y estuvo así mucho tiempo, de manera que su padre iba envejeciendo y los hombres de aquella tierra, temiendo que muriese, le solicitaron que casase a su hija, para que cuando él falleciese no quedaran ellos sin señor. Espán les dijo que fuesen a pedírselo a ella, pues a él le parecía muy bien. Ellos fueron y pidiéronle a la princesa que se casase, y ella aceptó y dijo que, aunque había dispuesto de no casarse más que con quien ella quisiese, que si esta vez llegara algún pretendiente que la conviniese, que se casaría con él, puesto que ellos tanto lo requerían.

Entonces vinieron a pedirla en matrimonio tres hijos de reyes muy ricos y nobles. Uno de Grecia, el otro de Escancia y el tercero de África. El padre, cuando lo supo, se alegró mucho, pues vio que eran muy hermosos, apuestos y discretos. Además, supo que eran hombres muy ricos, de modo que los recibió muy bien y los honró mucho. Después cada uno habló con él y le solicitaron a su hija. Él les respondió que se dirigieran a ella, y que el que ella eligiese por marido a él le parecería bien. Así lo hicieron, y después de que cada uno hubiese hablado, ella les contestó que volviesen los tres juntos al día siguiente y que les respondería a los tres a la vez. Ellos se sorpredieron de que les mandara ir juntos, y pensaron que era una broma, pero así lo hicieron.

Cuando llegaron al día siguiente, ella les preguntó que cuál de ellos la amaba más, y cada uno dijo que él. Entonces ella respondió que tenía por cierto que cada uno la amaba más, pero que actuarían de la siguiente manera: que hiciesen por ella lo que les pediría, y que se casaría con quien antes lo acabase. Ellos respondieron que les dijese lo que quería, que lo harían de muy buena gana. Entonces les explicó que aquel era el lugar que su padre más amaba, y que allí quería fundar la capital de su reino, pero para ello eran necesarias tres cosas. La primera, cercar bien la ciudad de murallas y torres, y edificar allí un hermoso palacio para ella y para quien fuese su marido; la segunda, levantar un puente para entrar en la ciudad y por donde canalizar el agua; la tercera, que había tanto barro en invierno que no se podía entrar si no se construían caminos por donde se pudiese pasar sin problema. Y de estas tres cosas, que cada uno se ocupase de una, y aquel que primero la acabase sería su marido y el señor de aquella tierra.

Era tan grande el deseo que los tres tenían de casarse con la princesa, que aceptaron de buena gana, y enviaron a buscar muchos ingenieros, y con las riquezas que habían traído, pusieron tan gran empeño que en poco tiempo estaba casi todo terminado. El que primeró acabó fue el de Grecia, que se llamaba Pirus. Este había levantado el puente, y había construido la canalización del agua. Entonces se dirigió a la princesa y le anunció que había terminado su trabajo. Ella se alegró mucho y le prometió que se casaría con él, pero le pidió que no dijese que había terminado hasta que los otros estuviesen a punto de acabar sus obras, y entonces se casaría con él, y entre los dos acabarían con facilidad lo poco que quedara. Él así lo hizo, y esperó a que los otros estuvieran a punto de terminar. Entonces llamó al rey y le enseñó cómo había acabado, y abrió el canal e hizo llevar el agua a la ciudad.

El rey se complació y lo casó con su hija, y a los otros dos les ofreció grandes regalos y los despidió lo más contentos que pudo. Así es como fue poblada la ciudad y la isla de Cádiz, que fue una de las más bellas cosas que hubo en España. Y el rey Espán la amaba tanto, que allí estableció su corte y allí se coronó, y la hizo capital de todo su reino, y así permaneció durante toda su vida.

• El relato presenta algunos detalles (o motivos) propios de la narrativa tradicional, y en particular de los cuentos de hadas. ¿Puedes destacar alguno de esos detalles?

• ¿Recuerdas algún otro cuento en el que apararezca cualquiera de esos motivos tradicionales?

Una ventana al siglo XIII

Iluminación en la que se representa a Hércules estrangulando a dos leones.
En su relato de los orígenes de España, la Estoria concede un papel fundamental al mítico héroe Hércules. De hecho, el capítulo cuarto se dedica exclusivamente a distinguir «los tres Hércules que hubo en el mundo», y en él se enumeran asimismo sus célebres doce trabajos. Se trata en efecto del primer señor de España, a quien remite en última instancia la extensa serie de los que gobernaron la Península, como el propio Alfonso. Especialmente destacada es su función en la fundación y población de ciudades a lo largo y ancho del país, como Cádiz, Sevilla o La Coruña. Por tanto, Hércules no podía faltar entre las miniaturas planeadas para un lujoso códice de la Estoria que hoy se conserva en la biblioteca del monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid). En efecto, el folio 4 del códice alberga un retrato del héroe griego estrangulando a una pareja de leones («los dos en la selva Nemea», dice el texto).

• En la miniatura se observa una marcada desproporción entre el tamaño del hombre y el de los leones, hasta el punto de hacer parecer a estos «simples gatitos». ¿Qué crees que quiere indicar el artista con semejante desproporción?

Actividades

10. Averigua, a través de una búsqueda en internet, los siguientes datos en torno a algunos de los contenidos de este módulo.

a) ¿Qué otras dos famosas obras literarias debemos al poeta latino Ovidio? ¿De qué tratan?

b) ¿Qué tragedia les ocurrió a los siete infantes de Lara, protagonistas del cantar de gesta del mismo nombre?

c) ¿Cuáles fueron los célebres doce trabajos de Hércules?

d) ¿Cómo cuenta la leyenda que Fernán González consiguió la independencia del condado de Castilla respecto del reino de León?



Abrir una nueva pestaña:

https://www.dhi.ac.uk/estoria/quiz/?action=start&id=118&author=McLaughlin

Taller alfonsí

Jaque al Rey

El problema de Dilaram. Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, ms. T-I-6 (fol. 38). © Patrimonio Nacional.
La atmósfera legendaria también se incorporó a otras obras del Rey Sabio, por ejemplo a los Libros de ajedrez, dados e tablas, una colección de juegos cuyo propósito queda claro en el prólogo: «Porque toda manera de alegría quiso Dios que oviessen los omnes en sí naturalmientre por que pudiessen sofrir las cueytas e los trabajos cuando les viniessen, por end los omnes buscaron muchas maneras por que esta alegría pudiessen aver complidamientre». El códice que nos la transmite contiene 150 espléndidas miniaturas que acompañan al texto. El Libro de ajedrez en particular reúne un total de 103 problemas ajedrecísticos, dos tercios de los cuales proceden de fuentes árabes y no hubieran sido conocidos en Occidente hasta el siglo XIX de no haber sido por la iniciativa alfonsí.

El más célebre de todos ellos se conoce como «el problema de la doncella». Cuenta la leyenda que la joven Dilaram (cuyo nombre significa ‘reposo del corazón’) era la favorita de un experto jugador de ajedrez, quien, en medio de una intensa partida, llegó a apostarse a su amada. La partida se puso muy difícil para el enamorado, hasta el punto de verse amenazado de mate en un solo movimiento. Cuando el joven amante estaba a punto de rendirse, Dilaram, que estaba presente en la partida, gritó a su amado: «¡Sacrifica tus dos torres, pero no me sacrifiques a mí!». El jugador interpretó correctamente la pista de la doncella y en cinco atrevidos movimientos (sendos jaques al rey) fue capaz de ganar la partida y conservar a su enamorada.

¿Cuáles son esos cinco movimientos ganadores? Observa la posición de partida y elige la respuesta correcta en cada caso, teniendo en cuenta las siguientes consideraciones:

a) Juegas con blancas y mueves primero.
b) En el ajedrez medieval, el alfil se desplazaba exactamente dos casillas y podía saltar por encima de otras piezas; la dama (que se llamaba alferza) solo podía mover una casilla en diagonal.

Comienza el juego. Primer movimiento.



Cosmovisión Visión o concepción global del mundo.
Omnipotencia Cualidad de poderlo todo, atributo exclusivo de Dios.
Mitología Conjunto de mitos de un pueblo o una cultura, es decir, de narraciones maravillosas situadas fuera del tiempo histórico y protagonizadas por personajes de carácter divino o heroico.
épica Conjunto de poemas que cantan en estilo elevado las hazañas de un héroe o un hecho grandioso, y en el que suele intervenir lo sobrenatural o maravilloso.
Inverosimilitud Cualidad de no tener apariencia de verdadero.
Cantares de gesta Poemas medievales extensos en que se refieren hechos de personajes históricos o legendarios.
Historiografía Conjunto de textos históricos pertenecientes a una misma tradición o lengua, y a su vez disciplina que se ocupa del estudio de este tipo de textos.
Prosificaciones Tarea de poner en prosa una composición poética.
Mester de clerecía Género de literatura cultivado por los clérigos o personas doctas de la Edad Media, por oposición al de juglaría.
Relatos hagiográficos Aquellos que narran las vidas de los santos.
Narrativa tradicional Conjunto de relatos anónimos transmitidos oralmente de generación en generación desde tiempo inmemorial y que presentan notables semejanzas entre sí a pesar de pertenecer a culturas muy distantes en el espacio y en el tiempo.