es en
El hallazgo del pasado
Alfonso el Sabio y la Estoria de España

Módulo 3

¿Cómo era el castellano del siglo XIII? Una lengua para un reino

¿Qué sabes (o imaginas) en torno a…


…cuántas lenguas se hablaban en la Península durante la Edad Media?
…cómo se pronunciaba nuestro idioma hace ochocientos años?
…qué importancia tiene Alfonso X para la historia de la lengua española?

Contenidos


Las lenguas peninsulares en la Edad Media


Salvo el vasco y el árabe, todas las lenguas que se hablaban en la Península ibérica durante la plena Edad Media (s. XI-XIII) procedían del latín, la lengua que Roma extendió por todo su Imperio entre los siglos II a. C. y IV d. C. Por ello se denominan lenguas romances, como lo son también el francés, el italiano o el rumano. Estas lenguas presentaban a su vez variantes dialectales.

Distribución geográfica de las lenguas romances peninsulares entre los siglos XI y XIII.
En la Península, el proceso de transformación del latín en las distintas lenguas romances tiene su origen en la ocupación de la mayor parte del territorio por parte de los árabes desde el siglo VIII y la consecuente creación en la mitad norte de reinos cristianos independientes, en cada uno de los cuales se desarrollará una lengua distinta. De oeste a este, estas lenguas son:

• El gallego-portugués: vinculado en origen al reino noroccidental de Galicia, conoció su época de esplendor durante los siglos XIII y XIV, cuando se convierte en la lengua preferida para la poesía.

• El asturleonés: asociado al reino de León, recogió elementos tanto del gallego como del castellano.

• El castellano: formado en el antiguo condado de Castilla (al norte de Burgos y sur de Álava), en origen aglutinaba un conjunto de hablas diversas muy abiertas, por su condición froteriza, a influencias vecinas (sobre todo del vasco), que se unificaron a partir de la independencia castellana respecto de León (s. X) y su conversión en reino (s. XI). Desde entonces, el castellano se convirtió en la variedad romance más innovadora, y con el tiempo acabará imponiéndose a las demás lenguas romances peninsulares, sobre todo por el predominio militar del reino de Castilla.

• El navarroaragonés: se trata del dialecto hablado en los reinos de Navarra y Aragón, surgidos respectivamente en el Pirineo oriental y central.

El poeta catalán Guilhem de Berguedan junto a dos damas, según una miniatura medieval.
• El catalán: muy ligado cultural y políticamente a Francia, surge en la parte más oriental de los Pirineos, en el territorio de los condados catalanes. A partir del siglo XIII disfrutará de un amplio cultivo literario gracias a su adopción por trovadores y poetas cortesanos.

Además, existía también el mozárabe, conjunto de variedades romances que continuaron hablando los cristianos que se quedaron a vivir en las zonas dominadas por los árabes.

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Ejemplo de jarcha mozárabe.
La primera manifestación literaria conservada en una lengua romance peninsular son las jarchas, breves composiciones poéticas escritas en mozárabe en las que, generalmente, una joven expresa su sufrimiento amoroso.

Para completar el panorama lingüístico de la Edad Media peninsular, hay que añadir la existencia del vasco en el norte y del árabe en el sur. Ambas lenguas influirán en la formación del castellano.

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Por ejemplo, la pérdida de la f- inicial latina en castellano (ferrum > hierro) se debe a la influencia del vasco, mientras que hoy contamos en español con más de cuatro mil palabras que proceden del árabe (alcohol, jarabe, alcachofa, almacén, algodón, ojalá, etc.).

El castellano medieval


A pesar de la distancia que existe entre el castellano actual y el de la Edad Media, un hispanohablante de hoy todavía es capaz de reconocer y comprender la lengua que se hablaba hace ochocientos años en Castilla (en cambio, otras lenguas europeas, como el inglés, se han transformado tanto desde la época medieval que son incomprensibles para un hablante medio de ese idioma). Algunas de las peculiaridades del castellano medieval son las siguientes:

• Existían sonidos que hoy desconocemos, y en cambio no habían surgido otros que hoy sí que utilizamos. Para la representación de algunos de esos sonidos se utilizaban letras que han desaparecido en la actualidad (como la ç).

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Por ejemplo, en castellano medieval se pronunciaban como /ts/ las letras ç ante a/o/u y c ante e/i (plaça y cielo sonarían /plátsa/ y /tsiélo/), y como /dz/ la letra z (/dedzír/); había distinción entre s sorda (/s/, la única que hoy conocemos, representada por la grafía ss) y s sonora (/z/, que se ha conservado en el francés, por ejemplo, y que se escribía s); y se utilizaban las letras x y j/g para representar respectivamente los sonidos /š/ (que suena como la sh en inglés: /díšo/, escrito dixo, hoy dijo) y /ž/ (que suena como la j en francés: /mužér/, escrito muger, hoy mujer). Asimismo, no existían todavía los sonidos que hoy representamos con las letras j y z.


En este fragmento de una copia de la Estoria de España pueden comprobarse algunas de las peculiaridades comentadas del castellano medieval.
• El pretérito imperfecto se formaba con la terminación -ié/n, en vez de -ía (venién por venían). Las formas del pretérito perfecto simple (truxo, conuvo, etc.) se transformaron en el castellano moderno (trajo, conoció, etc.), aunque se han conservado en algún caso (anduvo, tuvo). En las del futuro, el morfema estaba separado de la raíz del verbo (Combidar los emos a todos), mientras que actualmente lo unimos (Los convidaremos a todos).


• Existían algunos pronombres hoy desaparecidos del español (ende > ‘de allí’, ‘de esto’; ý > ‘allí’), y la posición de los personales en la oración era distinta a la actual (queles él solié fazer > que solía hacerles).


• El pretérito perfecto compuesto de los verbos de movimiento se construía con el verbo ser (Los omnes son llegados > Los hombres han llegado), y la posesión se expresaba con el verbo aver (haber): Mio Çid a dos fijas > Mio Cid tiene dos hijas.


• Muchas palabras del castellano medieval hoy han desaparecido de nuestra lengua o han cambiado de sentido: cras (‘mañana’), mur (‘ratón’), catar (‘mirar’), ca (‘porque’), etc.

La importancia de Alfonso X para la lengua española


Para que una variedad lingüística se convierta en una lengua ampliamente difundida, comprendida y aceptada por todos sus hablantes son necesarios tres requisitos básicos: 1) la selección de la variedad lingüística que será la base de esa lengua; 2) la utilización de esa variedad en todos los ámbitos sociales posibles de la comunidad de hablantes; y 3) la fijación o «normalización» de los usos propios de esa variedad. La importancia de Alfonso el Sabio para la lengua española (y en particular para la consolidación del castellano escrito) radica en que durante su reinado, y gracias a su impulso, se avanzó enormemente en estos tres ámbitos.

Documento de época alfonsí en que se aprecia la utilización del castellano. Comienza: «Conoscida cosa sea a todos los omnes...».
Por un lado, el Rey Sabio ordenó que todos los documentos oficiales se escribieran en castellano (y no en latín o en cualquiera de las otras variedades lingüísticas del reino).

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Alfonso se adelantó así a los demás reinos peninsulares y también a Francia e Inglaterra, que tardaron al menos medio siglo más en generalizar esta práctica.


Dibujo de un astrolabio (instrumento para determinar la posición de los astros) en uno de los libros científicos de Alfonso X.
Por otro, puso en marcha un gigantesco proyecto cultural que haría del castellano la lengua de cultura en la que se transmitieron saberes tan diversos como el derecho, la ciencia, la historia, hasta entonces solo expresados en latín o en árabe. Para ello, al traducir del árabe o del latín, el castellano tuvo que crear numerosas soluciones lingüísticas antes desconocidas en el idioma, sobre todo en el ámbito del léxico o la sintaxis, conforme a un decidido ideal de claridad.

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Un ejemplo de esta búsqueda de soluciones ante problemas de traducción lo encontramos en la preferencia alfonsí por los sufijos derivativos frente a los cultismos, como demuestra la creación de la palabra nadadera en vez de piscina, cultismo latino que tardaría todavía dos siglos en entrar en el idioma.


Palabras de otro tiempo



El castellano drecho

El famoso pasaje alfonsí que reproducimos aquí (perteneciente al Libro de la ochava esfera) nos habla de la intervención directa del rey, no solo en la concepción y patrocinio de las obras que ordenó escribir, sino también en su revisión y corrección lingüísticas.

E después lo endreçó [el Libro de la ochava esfera] e lo mandó componer este rey sobredicho, e tolló las razones que entendió eran sobejanas e dobladas e que non eran en castellano drecho, e puso las otras que entendió que complían; e cuanto en el lenguaje endreçolo él por sise.


Y después lo corrigió [el Libro de la ochava esfera] y lo mandó componer el susodicho rey, y quitó los pasajes que sobraban y que no estaban en correcto castellano, y añadió los que consideró que convenían; y en cuanto al estilo, lo corrigió él mismo.


• Teniendo en cuenta las miles de páginas que componen las obras conservadas de Alfonso X, causa asombro pensar cómo un hombre apremiado por las urgentes tareas de gobierno y administración del reino pudo intervenir tan minuciosamente en su corrección y mejora.

Una ventana al siglo XIII

Miniatura contenida en el Códice rico de las Cantigas. Biblioteca del Real Monasterio de El Escorial, ms. T.I.1, fol. 4.
En la miniatura aquí reproducida (procedente del Códice rico de El Escorial) se observa al rey, sentado en un escaño, leyendo a seis copistas el texto que figura en un rollo de pergamino. Si afinamos la vista, comprobaremos que el texto que figura en el rollo se corresponde con los primeros dos versos y medio de la cantiga-prólogo con que se abren sus Cantigas de Santa María.

• ¿Eres capaz de leer lo que figura en el pergamino? (comienza: «Porque trovar...»). Recuerda que las Cantigas fueron escritas en gallego, la lengua preferida en la época para la expresión poética. ¿Qué crees que quiere decir?

El rey Alfonso mismo escribió algunas de las cantigas que figuran en la colección, lo que nos demuestra que también conocía la lengua gallega.

Alfonso, el hombre

Un rey políglota

Aparte del castellano y el gallego, algunos historiadores afirman que el Rey Sabio tal vez hablara el árabe, que habría aprendido en su juventud, en la Murcia recién conquistada por él mismo. Además, como monarca ilustrado de su época, debía de conocer el latín, y quizá, a través de su madre (que era de origen germánico), tuviera algunas nociones de alemán.

• Si es cierta la primera conjetura, ¿qué crees que pudo llevar al rey Alfonso a aprender árabe?

Actividades

10. Busca en el Diccionario de la Real Academia Española el significado de las siguientes palabras.

a) Atarazana.
b) Almojarife.
c) Adalid.
d) Alcándara.

• ¿De qué lengua proceden estas palabras?

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https://www.dhi.ac.uk/estoria/quiz/?action=start&id=117&author=McLaughlin

Taller alfonsí

¿Cómo sonaba el castellano medieval?

En el siguiente audio puedes escuchar el cuento La princesa Liberia y la fundación de Cádiz, incluido en los primeros capítulos de la Estoria. Una versión en castellano moderno de este relato está incluida en Módulo 4#Palabras de otro tiempo, pero ahora se trata de escucharlo tal y como debía de sonar en la época del rey Alfonso.



• Sigue la lectura del relato con el texto delante y escribe una palabra para cada una de las siguientes pronunciaciones: /ts/; /dz/; s sorda; s sonora; /š/; /ž/.
• Intenta pronunciar todas las palabras que has escrito.
• Ahora, elige una oración del texto, pronúnciala en castellano medieval y versiónala en español actual.

La princesa Liberia y la fundación de Cádiz


De cuémo fue poblada la isla de Cáliz e cercada e fecha la puente e las calçadas.

Este rey Espán avié una fija fermosa que avié nombre Liberia y era much entenduda e sabidor d’estrolomía, ca la enseñara el que era ende el más sabidor que avié en España a essa sazón, ca lo aprisiera d’Ércules e de Allas el so estrellero. E por end ovo con ella su acuerdo de poblar Cáliz, mas era logar muy perigloso por tres cosas: la una porque no avié ý abondo d’agua; la otra por el braço del mar, que avién a passar por navío; la tercera porque era la tierra tan lodosa que non podién ý llegar los omnes en ivierno, sino a grand periglo de sí e de lo que trayén. E sobr’esto ovo consejo con su fija en qué manera podrié poblar aquel logar. Ella dixol quel darié consejo, sol quel otorgasse que no la casasse sino con qui ella quisiesse. Y él, fiándosse en ella e porque tenié que lo dizié por su pro, otorgógelo. Espán no avié fijo ni fija que heredasse lo suyo sino aquella, e viniéngela pedir reyes y altos omnes d’otras tierras, lo uno porques era ella muy fermosa e muy sesuda; lo ál porques avié a fincar el regno a ella. E muchos la vinieron pedir d’esta guisa con qui ella non quiso casar.

Y estudo assí un grand tiempo, de guisa que el padre iva envegeciendo e los omnes de la tierra temiéronse de su muert e pidiéronle mercet que casasse su fija, por que cuando él finasse no fincassen ellos sin señor. Él díxoles que fuessen a ella y ge lo rogassen, y a él quel plazrié mucho. Ellos fueron y pidiéronle mercet que casasse, y ella otorgógelo e dixo que, maguer avié puesto de non casar sino con qui ella quisiesse, que si a aquella sazón viniesse alguno quel conviniesse que casarié con él, pues que ellos lo tenién por bien. Desí viniéronla pedir tres fijos de reyes muy ricos e con grand algo. Ell uno era de Grecia y ell otro d’Escancia; el tercero de África. El padre, cuando lo sopo, plogol mucho con ellos, ca los vio muy fermosos e apuestos e bien razonados. E demás sopo que eran muy ricos omnes, e por ende recibiolos muy bien e fízoles mucha onra.

Desí fabló cada uno con él e pidiéronle su fija. Él díxoles que fuessen a ella e de cual d’ellos se pagasse quel plazrié a él e que ie la darié. Ellos fiziéronlo assí cuemo les él dixo e fueron a ella, e depués que cada uno ovo dicho su razón, díxoles ella que viniessen otro día e que les darié respuesta a todos en uno. Ellos maravilláronse por qué los mandava assí venir todos en uno, e tovieron que era escarnio, pero fiziéronlo assí. E cuando vinieron otro día a ella, preguntoles que cuál d’ellos la amava más, e cada uno dixo por sí que él. Estonce dixo ella que bien tenié que cada uno la amava, mas en esto entendrié que era assí: que fiziessen por ella lo que les dirié, e cual d’ellos ante lo acabasse que con aquel casarié. Ellos dixieron que les dixiesse lo que querié, que lo farién de buena mient.

Estonce mostroles que aquel era el logar que su padre más amava, e allí querié fazer cabeça de tod el regno e que amenos de tres cosas nos podrié fazer. La una seer la villa bien cercada de muro e de torres, e aver ý ricas casas pora él e pora con qui ella casasse; e la otra d’aver ý puente por o entrassen los omnes a la villa e por o viniesse ell agua; la tercera, que tan grandes eran los lodos en ivierno que non podién los omnes entrar allá amenos de aver ý calçadas por o viniessen sin embargo. E d’estas tres cosas que tomasse cada uno la suya, y el que primero lo acabasse que casarié con ella e serié señor de toda la tierra.

Ellos, cuand esto oyeron, tamaño sabor avié cada uno de casar con ella que dixieron que lo farién, y enviaron por muchos maestros, e con el grand algo que troxieran metieron ý tan grand femencia que a poco de tiempo fue cerca d’acabado. Y el que primero lo acabó fue el de Grecia, que avié nombre Pirus. E aquel fiziera la puente, e avié tod el caño fecho pora traer ell agua. E fuesse pora la dueña e dixol cuémo avié su obra acabada. A ella plogol mucho e otorgol que casarié con él, mas rogol que no dixiesse que lo avié acabado fasta que los otros oviessen cerca d’acabadas sus obras, y estonce que casarié con él, y él y ella que acabarién depués más ligeramientre lo que fincasse.

Él fízolo assí y atendió fasta que los otros ovieron cerca d’acabado. Estonce llamó al rey e mostrol cuémo avié acabado, e abrió el caño e dexó venir ell agua a la villa. Al rey plogol e casol con su fija, e a los otros dio muy grandes dones y enviolos de sí los más pagados que él pudo. En esta manera fue poblada la villa de Cáliz y la ysla, que fue una de las más nobles cosas que ovo en España. E tanto la amava el rey Espán que allí puso su siella e se coronó e fízola cabeça de toda su tierra, e assí lo fue en su vida.
Variantes dialectales Variedades de un idioma que no alcanzan la categoría de lengua.
Trovador Músico y poeta medieval que componía e interpretaba sus versos principalmente en la lengua provenzal del sur de Francia, entre los siglos XII y XIV.
Morfema Unidad mínima aislable en el análisis de una palabra.
Sufijos derivativos Morfemas pospuestos a la raíz de una palabra y que la convierten en otra de distinta categoría.
Cultismo Palabra procedente de una lengua clásica (latín o griego) que se toma en préstamo en una lengua moderna.